Nuestro país se ha convertido en el referente mundial de las publicaciones digitales interactivas gracias a unas revistas nunca vistas hasta ahora. Y esto no es más que el prometedor principio de lo que está por venir.
El iPad trajo consigo una revolución en todos los sentidos.Y uno de los cambios que parecían más evidentes era el que iba a suponer para las revistas. Pero tardó en llegar. La mayoría de grandes revistas del mundo se centraron en ofrecer sus productos en unos simples archivos pdf que no suponían nada más que un triste cambio de formato.
Pero de repente, en nuestro país, empezaron a surgir algunas publicaciones que se presentaban ante sus lectores de una forma totalmente distinta a lo que habíamos visto hasta ahora. La interactividad primaba, y el formato electrónico de repente ponía al alcance de los más aventajados de la clase todo un mundo de movimiento que transformaba la lectura en algo más, en una auténtica experiencia multimedia.
Y así es como a principios de 2012 nace la revista interactiva Vis-à-Vis, una publicación que se ha convertido en una de las primeras a nivel mundial que supo captar lo que el iPad iba a significar para la industria del papel couché. Vídeos, gráficos interactivos, diapositivas, imágenes en movimiento… Todo fluye bajo tus dedos mientras estos se deslizan por la suave piel de cristal del iPad. De repente te encuentras disfrutando de la lectura como nunca lo habías hecho y miras con desprecio esas grandes revistas venidas a menos que no se han sabido adaptar.
Y así sigues buceando y encuentras magníficas publicaciones en las que el diseño y la imaginación son las mejores aliadas de unos contenidos atrevidos que te presentan temáticas tradicionales como nunca habíamos imaginado.
Líbero, Motofan y Mactoday transportan el fútbol, el motociclismo y la informática a una nueva dimensión desconocida en el sector. Repletas de originales maquetaciones y de una calidad gráfica insospechada, nos topamos con la natural evolución de las revistas de toda la vida. Son bólidos futuristas en un mundo de coches de caballos, paladines de la innovación que luchan –y vencen– a las vacas sagradas del sector. Vanity Fair, The New Yorker, Hello o Wired miran con envidia como en nuestro país surgen nuevas revistas capaces de atraer a decenas de miles de lectores en cuestión de pocos meses.
Y es que hasta la publicidad es diferente en estas nuevas revistas. Los anunciantes ven con sorpresa cómo su tradicional –y estática– página se convierte en un alarde de creatividad en movimiento que convierte su producto en un auténtico espectáculo visual. Ver los anuncios que hay en la revista Mine es tan extraordinario como disfrutar de sus reportajes o leer firmas como la del gurú de la tecnología Pedro Aznar.
El papel couché es ahora digital y se encuentra ante la más grande de las oportunidades desde la invención de la imprenta. Pero ahora, permítanme que siga con mi lectura. Mi interactiva lectura.