En los últimos años, varios pilotos surgidos del mundo del videojuego han alcanzado la gloria en el circuito de competición. El máximo exponente es un español, Lucas Ordóñez, quien ya ha competido y ganado en varios circuitos de todo el mundo.
El campeonato GT Academy se inició en el año 2008 como una especie de experimento en el que el creador de Gran Turismo, Kazunori Yamauchi, quería junto con Nissan, crear una escuela de pilotos que surgieran directamente del mundo de los videojuegos. Y la cosa hay que reconocer que les salió a pedir de boca.
La pregunta era clara: «¿Puede un jugador de Gran Turismo convertirse en un piloto de carreras de verdad?». Ese primer año, más de 25.000 conductores virtuales de 12 países europeos compitieron por hacerse con uno de los dos puestos que les permitirían dar el salto a un coche real de competición para competir en las 24 horas de Dubai. Y fue un español, Lucas Ordóñez, quien ganó la competición final. Con los años, Lucas Ordóñez ha seguido compitiendo y ha llegado incluso a ser subcampeón de Europa de GT4.
Pero, ¿cómo empieza todo? Muy simple. Todo empieza con una consola de videojuegos, un videojuego y un volante. Sí, un volante. Y es que la profesionalización es cada vez mayor en el mundo de los videojuegos.
Durante los últimos meses he estado probando dos de los mejores volantes que hay en el mercado. Fabricados por la empresa francesa Thrustmaster, el T300RS y el TX Racing Wheel Ferrari 458 Italia Edition son en realidad dos de las mejores opciones que se pueden comprar.
Bueno, en realidad se trata de un único volante pero en dos versiones: para la PlayStation 4 y para la Xbox One respectivamente, y en ambos casos la competición con un buen videojuego de conducción gana muchos enteros. Pero quizás lo mejor sea que veas cómo se comportan en plena acción. No te pierdas el vídeo.
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