La jugada protagonizada por Beyoncé y Apple, o más concretamente su tienda de música iTunes Store, solo se puede tildar de apoteósica. O de inteligente, depende de cómo se mire. Hay que reconocer que tanto los señores que se dedican a la fruta como la señorita que se dedica a cantar y enseñar sus piernas saben muy bien cómo orquestar una buena campaña de marketing. Y si se juntan pues entonces mejor te agarras a la silla.
La cosa ha sucedido así. Resulta que nos encontramos con una superestrella del firmamento musical que vende lo que quiere y cuando quiere, por lo que se pone manos a la obra y graba un disco del que solo hay rumores por ahí.
Entonces llama a su amigo Apple y le pregunta:
- ¿Qué podemos hacer para petarlo?
- Necesitamos enseñar mucha pierna, amiga mía –le responde el señor iTunes con voz profunda– y tenemos que sacarlo en exclusiva y por sorpresa. Los vamos a dejar a todos con el culo al aire. ¡Ja, ja, ja, ja! [risa maquiavélica y musical]
Y así ha sido. Se ha lanzado solo en formato digital, a través del iTunes Store de Apple y sin avisar absolutamente a nadie. Y cuando digo a nadie, es a nadie… Pero uno que no es de piedra debe reconocer que con semejante panorama, la cosa no podía más que ir bien.
¿El resultado en la era de las redes sociales, en la que cualquier secreto arde como la pólvora? El que Apple se ha apresurado a anunciar en esta nota de prensa –en inglés– y que ha cogido a todo el mundo del sector con los calzones bajados: 828.773 álbumes vendidos en tres días, y los agoreros de la piratería escondiéndose y sin asomar el hocico. ¿Dónde estáis ahora esos que gritabais a los cuatro vientos que el MP3 estaba matando la industria musical? Señor Alejandro Sanz, ¿ve usted como sí se puede vender música? ¿Se da usted cuenta de que a la gente hay que ofrecerle algo más para que la cosa funcione? El timo de la estampita en forma de CD musical se acabó. No más álbumes malos de los que se salvaba un único tema pero te obligaban a comprar íntegramente. A engañar a otra parte señores míos.
Siguiendo con los números, Beyoncé, título del nuevo álbum de Beyoncé –hay que joderse con la poca imaginación que tienen algunos–, ha pulverizado récord de ventas en una semana en los EEUU, superándolo en tan solo tres días vendiendo 617.213 álbumes en el país norteamericano. El resto de discos –¿se puede decir esto todavía?– ha servido para que la ex Destiny Child se haya convertido en número uno en 104 países.
Uno, que no es precisamente muy acertado a la hora de valorar la música moderna –yo soy más de Bob Dylan y Los Ramones– no se atreve ni siquiera a enjuiciar la calidad discográfica del álbum en cuestión, pero lo que hay que reconocer es que meter 14 canciones y 17 videoclips –a cual con más carne– en un mismo paquete, y venderlo por 15 euros es todo un puntazo. Y ahí tienen el resultado: el mayor lanzamiento en la historia de Beyoncé y de Apple.
La verdad, no soy mucho ni de la una ni de los otros, pero uno tiene que reconocer que le acaban de tapar la bocaza a todos los que no dejan de quejarse de que no se vende música. A lo mejor es que solo nos pretenden vender macarrones a precio de caviar, pero, ¿han probado ustedes, señores de la industria musical, a vender caviar a precio de macarrones? Quizás les iría mejor.
Sígueme
Facebook de David Arráez Twitter de David Arráez Youtube de David Arráez Pinterest de David Arráez Instagram de David Arráez